La cuenta atrás había comenzado ya hace unos meses, y el objetivo era claro, terminarla fuera como fuere, por lo que estamos satisfechos ya que conseguimos nuestro fin.
El viernes nos juntamos en Labastida para la recogida de dorsales y dejar las burras preparadas para el dia siguiente. Jose y Ritxar tenían la estancia incluida como obsequio de la organización así que aprovechando la coyuntura sacamos provecho de las instalaciones del Hotel para acomodar todas las bicis y así Oscar y yo poder ir más cómodos al día siguiente.
Buen ambiente en el previo, y allí les dejamos disfrutando de la convivencia en pareja circunstancial.
Antes de nada agradecer al padre de Oscar su disponibilidad para acercarnos a nuestra aventura extrema.
El sábado amaneció fresco, impaciencia en la salida por comenzar la travesía, cafetito, algunas fotos y tira millas. No hacemos más que salir y la pista ya pica para arriba, y esta es la sensacion generalizada de toda la etapa, aunque también hay bajadas parece que siempre estamos subiendo, pero bueno las piernas aguantan. Llegamos al 1º avituallamiento despues de subir Portilla, hemos completado 26 km, ya queda menos, pero se va a hacer largo hasta el siguiente que está en Salinas, en el km 66.
Oscar reservón y el resto a su ritmo, rompepiernas continuo y también rompecambios, ya que en un sendero estrecho con toboganes continuos, más de uno dejó el cambio, cadena, y la cartera. Menos mal que Salinas estaba cerca y con algún que otro empujón conseguimos que Ritxi llegara al punto de atención mecánico, el de Ciclos Maestre hizo el verano.
Con la espera de más de 1 hora matamos el tiempo a base de bocatas y bebidas, no nos vino mal para estirar y descargar las piernas. Enseguida volvimos a entrar en calor ya que a partir de aquí la pendiente se empinaba progresivamente hasta el paso de control cerca de Cárcamo que estaba fijado a las 17:00, vaaaa, sobraos pese a las inclemencias mecánicas.
No eran las 16: 00 y ya enfilábamos la cota Spiuk de 1120 m, rápido descenso para bordear el salto del Nervión, que casi sin tiempo de admirar tan majestuosos paisaje, enfilamos el último descenso para terminar en Orduña.
Entrada en equipo, aunque alguno se quedó con ganas de demarrar.
Impresionante foto del frontón con todas las bicis enfiladas.
No hubo suerte en el sorteo de premios así que nos fuimos a cenar: todavía estoy saboreando ese risotto de hongos y el entrecot con patatas y piquillos, delicioso, aunque alguno se quedó con ganas de algún plato combinado de postre, esa ferritina, je, je.
Pues entre una cosa y otra Ritxar y Jose se quedaron esperando a algún alma caritativa que les llevase a Arcos de Quejana y Oscar y yo salimos disparados a coger el tren dirección Amurrio.
Las intimidades en la habitación lo dejaremos para la prensa rosa, sólo decir que la cama era de matrimonio, ummmm.
Las predicciones meteorológicas nos fallaron para el 2º día, de sol nada, un calabobos continuo nos acompañó desde la salida, menos mal que el primer puerto lo hicimos por carretera, La Barrerilla, pero una vez abandonada ésta, el lodo se apoderó del firme que pisábamos, y el día se hizo un infierno, por lo menos para el que suscribe. Hubo que pararse varias veces para eliminar lastre, era difícil mantenerse sobre las 2 ruedas y había tramos que parecía una pista de patinaje.Al fin llegamos al 1º avituallamiento, allí ya estaba el resto del equipo esperando mi llegada, así que a reponer algo de fuerzas y de nuevo a la batalla del barro. Superada la 2ª cumbre llegamos a Llodio, la lluvia era mas intensa, la humedad llegaba hasta los huesos y el frío se empezaba a notar. Se oían rumores de que el Ganekogorta iba a ser un infierno tanto para subir como para bajar, por lo que más de uno se planteó ir por carretera, no sé muy bien en qué quedó la cosa, pero de haberlo sabido me hubiera unido a ellos sin ninguna duda
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Antes de pasar por la última fuente para reponer agua Oscar vuelve a demostrar su poderío físico haciendo trizas la cadena, nueva, pero en un abrir y cerrar de ojos, en lo que yo tardé en vaciar la vejiga, ya estaba tronchada la cadena y reanudada la marcha.
A partir de aquí les volví a perder de vista ya que el pastizal que nos esperaba fue inhumano, las pendientes horrorosas, casi toda la subida final a pata tirando de la burra, de 150 m nada, a mí se me hizo interminable, y cuando parecía que te podías montar de nuevo a bajarte.
Una niebla intensa en la cumbre y allí estaban ansiosos a mi llegada el resto del equipo, GRACIAS POR ESPERAR. Voces de avisos para que bajáramos desmontados, ya que la hierba patinaba de verdad. Salvamos de milagro algún que otro talegazo hasta que enfilamos el asfalto y nos dejamos caer hasta las inmediaciones del Gran Bilbao.
La entrada en equipo con aplausos incondicionales de nuestras familias lo cuál nos llenó de orgullo y satisfacción.
Pues nada, bien organizada aunque mal sabor de boca por el tramo final, se podía haber sustituido o suprimido dadas las condiciones, porque una cosa es extrem y otra imposible.
Recuerdos para los limpiadores del Miribilla, porque ver para creer cómo dejamos las instalaciones.
Buena cronica,ya veo que te has tomado tu tiempo para olvidar el barro.
ResponderEliminarTodas las pruebas tienen su dificultad pero la Euskadi extrem siempre se apunta el barro.
Parece que esta gafada
Que hacemos la martxa de Zurbano,parece que no va haber barro je je.
No tienes precio haciendo cronicas, muy buena.
ResponderEliminarBy Oscar...
ResponderEliminarEmpezando por el mismo viernes que nos llevo a Labastida, los cuatro juntos a recoger los dorsales y dejar las bicis. Que buena acojida por parte de la organización, teníamos allí algo para picar dígase; chorizo, salchichón, queso, tortilla de patata, croquetas, rabas… muy buen comienzo, alguno se fue a casa y no le hizo falta cenar. Allí se quedaron Jose y Ritxi que estuvieron atentos en no perderse ningún detalle del Brifing y así nos informarían para el día siguiente de lo más importante del recorrido. Dabi y yo nos volveríamos para casa dejando allí las bicis.
El Sabado salimos de Vitoria a las 7:00 derechos para Labastida. Una vez allí, pusimos los dorsales a las bicis y vestirnos para la ocasión. En principio no había previsión de lluvia así que sin abrigarnos mucho. Fuimos para la salida a firmar y aprovechamos a degustar unos cafecitos con sus pastitas, si es que como nos cuida esta organización. Ya en la misma salida las fotos de rigor, no hay nervios sino ganas de pasarlo bien. Se da la salida y cuando la cuesta empieza a ponerse para arriba la Fuji hace su primer extraño y se sale la cadena, me hace retrasar un poco pero todavía queda mucho recorrido. Llegaríamos al primer avituallamiento situado en Berantevilla. Noto que Dabi, Jose y Ritxi, van muy cómodos, y les dejo que se vayan, si fuerzo lo puedo pagar caro haré el recorrido tranquilo hasta el avituallamiento de Salinas de Añana , contando con que me esperarían allí. Cual es mi sorpresa que a falta de 6 km para dicho avituallamiento Ritxi ha partido el tornillo del cambio que lo sujeta al cuadro ¿?. Aún así Dabi y Jose le van empujando y yo hay momentos que no les puedo seguir… Llegaríamos al avituallamiento y allí a solucionar el problema. Tenían cambio de sustitución, que bien funcionó él mecánico de Maestre, lo único hubo que la reparación nos llevo alrededor de una hora, debido a que había más gente con averias. Que bien me vino.
Después de esto el llegar a Orduña me resulto mucho más llevadero, me costo reconocer a Dabi en las bajadass, aprovechaba cualquier rampa para hacer una muestra de su habilidad saltando, curvas de 180 se bajaba de la bici y se montaba en un plis-plas, como cambia a una persona con una doble, me Dios mal que yo no lo necesito o eso creo.
By Oscar 2ª parte ...
ResponderEliminarYa arriba del nacedero del Nervión el barro empieza a hacer presencia y nos piden que no abandonemos el camino, y lo intentamos, pero no íbamos montados en un todo terreno… El descenso hacia Orduña es rapido y sin complicaciones. Ya llegando a la meta me encuentro con ganas de hacer un sprint pero no encuentro rivales y me dejo llevar. Primer día cumplido, la Fuji no ha decepcionado. Nos esta esperando un o más platos de macarrones pero como se estaban quedando frios los compañeros pues deprisa y corriendo como un plato y ala a ducharnos y limpiar las bicis. Que se quedarían descansando en el frontón hasta el día siguiente.
Lo primero que nos sorprende el domingo nada más salir del hotel es LA LLUVIA, es fina pero parece que moja, Dabi y yo en el aden del tren que nos llevaría a Orduña comemos unos bollos y algo de fruta, más tarde en Orduña tomariamos un café con leche con su respectivo pintxo de tortilla. En el frontón nos estaban esperando Jose y Ritxi ya con todo preparado. Sin más demora nos vamos para la Salida donde firmamos el control de salida, fostos y café de rigor y sigue la fina lluvia que presagiaba que hoy iva a ser una Euskadi Extrem como tiene que ser, frío, humeda y barro mucho barro. La subida por carretera hacia la Barrerilla tengo la misma impresión Jose y Ritxi no dan signos de flaqueza y se van hacia adelante sin embargo a Dabi, el agua le está empezando a humedecer. Cuando nos sacan de la carretera y entramos en terreno de barro, digase barrizal, me junto con Jose y Ritxi y nos vamos defendiendo como podemos. Habia tramos en los que la bici quedaba sumergida hasta la mitad, creo que esto fue lo que hirió de muerte a la doble de Dabi ya que no le volveríamos a ver hasta el primer avituallamiento después de mucho esperar, que se nos hizo largo Dabi. Las bicis ya no estaban como el primer día, aprovecho para hacer algunas fotos. De camino hacia Llodio se nos hace mas tranquilo la ruta. Al llegar a Llodio limpiamos un poco las Bicis y empezamos la marcheta con suavidad porque empezaba los duro, rampas en torno al 25-30 % de desnivel pero que sorteamos sin bajar de la bici, bueno si una vez que jodí la cadena, no hay salida sin usar el troncha, vaya p*** pesadilla. La subida al ultimo alto pone colofón a lo que se considera EXTREM, hay llevar la bici arrastras, una vez en lo alto la niebla no deja ver lo que tienes delante, mucho barro e intentamos no arriesgar bajando, la gente va muy madura y veo caidas que no degustan nada aun así arriesgo un poco y se me cae la bici pero no yo, me Dios mal que no me ha visto nadie conocido. Toca esperar a Dabi, yo he roto el cambio, debió ser en la caida. El descenso hacia Bilbao se hace rapido. Y llegaremos a Bilbao donde nos esperan la familias para darnos la enhorabuena.
Yo ya estoy preparando la Extrem 2012.