Teníamos reservado este fin de semana para realizar un par de rutas cerca de Villarcayo (Burgos).
Jose se había encargado de buscarnos alojamiento, restaurante, rutas,... bueno, de todo, qué haríamos sin él.
El tiempo parecía que no nos iba a acompañar en un principio, pero al final nos iba a respetar más de lo que pensábamos.
Llegamos el viernes 5 bikers y tras alojarnos cenamos juntos contándonos diferentes aventuras, en fin, un rato agradable en buena compañía.
Tras descansar y reponer fuerzas en el desayuno nos pusimos en marcha. Estaba nublado pero la temperatura era buena, y lo mejor, que no llovía.
La ruta desde el principio discurría por un senderito estrecho, cruzando un precioso bosque, la verdad que el paisaje pintaba fenomenal. Entusiasmados por el recorrido íbamos haciendo fotos y parándonos dónde nos apetecía hasta llegar a Puentedey, precioso lugar que habíamos visto mediante fotos en algunas marchas de BTT.
El destino, a veces incomprensible, quiso hacer presencia y darnos una mala noticia. Mientras apreciábamos las maravillas que la naturaleza es capaz de hacer nos enteramos que de forma repentina el padre de un compañero de ruta estaba muy grave y momentos después falleció.
Me gustaría aprovechar estas líneas para dedicárselas ya que por suerte tuve la oportunidad de conocerle y pasar ratos agradables en su presencia.
Una muy buena persona, amigo de todo el mundo y su casa siempre dispuesta para quien viniera. Prueba de todo ello son los valores que ha sabido transmitir a sus 3 hijos.
Sirva esta foto como recuerdo, descanse en paz.
Jose se había encargado de buscarnos alojamiento, restaurante, rutas,... bueno, de todo, qué haríamos sin él.
El tiempo parecía que no nos iba a acompañar en un principio, pero al final nos iba a respetar más de lo que pensábamos.
Llegamos el viernes 5 bikers y tras alojarnos cenamos juntos contándonos diferentes aventuras, en fin, un rato agradable en buena compañía.
Tras descansar y reponer fuerzas en el desayuno nos pusimos en marcha. Estaba nublado pero la temperatura era buena, y lo mejor, que no llovía.
La ruta desde el principio discurría por un senderito estrecho, cruzando un precioso bosque, la verdad que el paisaje pintaba fenomenal. Entusiasmados por el recorrido íbamos haciendo fotos y parándonos dónde nos apetecía hasta llegar a Puentedey, precioso lugar que habíamos visto mediante fotos en algunas marchas de BTT.
El destino, a veces incomprensible, quiso hacer presencia y darnos una mala noticia. Mientras apreciábamos las maravillas que la naturaleza es capaz de hacer nos enteramos que de forma repentina el padre de un compañero de ruta estaba muy grave y momentos después falleció.Me gustaría aprovechar estas líneas para dedicárselas ya que por suerte tuve la oportunidad de conocerle y pasar ratos agradables en su presencia.
Una muy buena persona, amigo de todo el mundo y su casa siempre dispuesta para quien viniera. Prueba de todo ello son los valores que ha sabido transmitir a sus 3 hijos.
Sirva esta foto como recuerdo, descanse en paz.
